Faulkner decía que si reencarnaba le gustaría vivir como un Zopilote. Cuánto aburrimiento, \”nadie lo odia ni lo envidia ni lo quiere ni lo necesita. Nadie se mete con él, nunca está en peligro y puede comer cualquier cosa\”.
Monthmayo 2015
El almohadón sin plumas
Las despedidas son despedidas para quien dice adiós, aunque quien se despide nunca sepa finalmente si el despedido también quería hacerlo.