La fórmula del miedo

Colgué el teléfono y reventé en llanto. La escena es fácil de imaginar: estoy tirada en la cama de mi mamá boca abajo sobre la almohada, esperando que absorba las lágrimas que se derraman mientras le respondo a quien está tras la línea: bien, todos estamos bien, ya queremos tenerte aquí de nuevo.

Vértigo

Algunas veces cuesta aceptar, que la palabra Bien.ven.ido no es un saludo sino una despedida y que el vértigo que produce aceptarlo es más que el miedo al vacío que te espera, sino las ganas de caer en él.

Relatos de un militar

A menudo me pregunto por las connotaciones que puede tener esa expresión y trato de recordar lo que significa ser hija de un militar, haber vivido en un batallón y tener a mis caprichos de princesa la disposición de todos los subalternos de mi padre. Pero no logro recordar nada de eso.